El 17 de mayo de 2024, el Museo Nacional de Bellas Artes recibió los invitados en el acto inaugural de la exposición antológica «Pan con guayaba, una vida feliz« de Manuel Mendive Hoyo con unas palomas, obra del Maestro, adosadas a la fachada del edificio de Arte Cubano. En el interior, llamaban la atención unas 80 telas blancas colgadas sobre el patio del museo. Además de la referencia a los años de vida de Mendive, advertimos cierta sugerencia al oricha Obatala y el recordatorio a un símbolo usual, popular, cotidiano, asociado a la vida rural y urbana: las tendederas. Ese día las telas/sabanas/años/banderas flotaban para que el receptor celebrara ese aniversario y más; el movimiento ligeramente agitado de las telas parecía que necesitaban sugerirnos la intimidad de la vida cotidiana de los patios interiores y balcones, para colocarnos en un espacio híbrido.
El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) y Mendive Art Proyect fueron los organizadores de esta exposición antológica, la primera que se realiza en Cuba con la obra de Manuel Mendive Hoyo (La Habana, 1944), Premio Nacional de Artes Plásticas (2001). La cuidadosa curaduría estuvo a cargo de Laura Araño y Darys Vázquez, quienes, con 130 piezas representativas de diversos tiempos, lenguajes y soportes, le posibilitan al espectador experimentar la dimensión de este grande de las artes en Cuba. La exposición, como bien apuntara Norge Espinosa en su crónica Mendive: los muchos caminos que llevan siempre al monte no es un “simple repaso a la obra de su protagonista. Pan con guayaba: una vida feliz, es más bien un arco de vida, y una cuidadosa revisión del acervo acumulado por Manuel Mendive”¹
El diálogo con creadores que le anteceden, con artistas que en paralelo desarrollan su obra y con los más jóvenes es algo que se infiere de la exposición en la medida que se recorre la Sala Permanente del Museo y se descubre la estrategia seguida por las curadoras de colocar piezas del artista en relación a las que conforman la exhibición permanente. Diálogo y juego entre curadoras, artistas y espectadores.
En la conferencia dedicada al artista y su obra realizada en el MNBA, comenté que la memoria y el relato oral de ascendencia africana en Cuba han sido las jícaras donde se han resguardado -a través del tiempo- cosmogonías polimórficas y transespaciales, abiertas a interpretaciones que las colocan en diferentes horizontes. Es evidente que apropiarse de la mitología o de la cosmovisión provenientes de las tradiciones de ascendencia Yoruba, que según la crítica es una de las constantes en la obra de este artista, no supone atarse a vivir en el pasado y de él por el caprichoso intento de preservar autenticidades.
Favorecer la imagen del entrecruzamiento de múltiples diferencias: de género, clase, raza, edad, orientación sexual; borrando las visiones monolíticas, polarizadas y dogmáticas, es negarse a la condena de vivir en el pasado y expresión de la lucha por mantener la puerta abierta hacia el futuro.
Los legados no son camisas de fuerza, sino inspiración para la construcción de nuevos caminos y, en este sentido, suscribimos el juicio de Pierre Restany cuando afirmó acerca de Mendive: “El genio del artista radica en su milagrosa aptitud para crear; entre sus imágenes y nosotros, el vínculo de una convivencia visual, mezcla de presentimiento y de fascinación” ²
Hasta el 5 de octubre del 2024 podemos disfrutar de una muestra en la que se establece un adecuado balance entre las obras y la narrativa curatorial que actúa como una fuerza reveladora de la potencia del acto creador. Disfrutar de la exposición Pan con guayaba, una vida feliz, nos invita – como las palomas que nos reciben a la entrada del Museo– a volar no solo para buscar la permanencia de la memoria en la espuma del tiempo y el espacio, sino también descubrir lo que esta oculto en la zona de los misterios para mantener abierta la puerta al porvenir.
Notas
¹ Norge Espinosa, Mendive: los muchos caminos que llevan siempre al monte (Diario de Cuba La Habana 08 Ago 2024 – 13:42 CEST https://diariodecuba.com/cuba)
² Pierre Restany, Bogotá, 1997 Dossier Mendive Art studio, La Habana, 2014